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Precio Aerotermia. Instalación en una vivienda unifamiliar

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La importancia de la eficiencia energética se ha convertido en el tema más hablado durante los últimos días. El hecho de que la climatización de la vivienda supone más de 50% del consumo energético marcó la política de la Comisión Europea que en su última estrategia hace hincapié en la construcción eficiente y en la rehabilitación del parque inmobiliario de los países europeos.

Sin duda, la eficiencia del sector inmobiliario es una cuestión importantísima para el combate contra el cambio climático. Pero en la práctica cualquier tipo de rehabilitación requiere una inversión y al usuario común a menudo le interesa en primer lugar el lado económico y el retorno de la inversión que supone uno u otro sistema. La incorporación de un sistema renovable requiere un gasto inicial, pero, según demuestra la experiencia de muchos años, a corto o medio plazo la solución ya resulta rentable, pero cuando analizamos la inversión a largo plazo es cuando encontramos una mayor rentabilidad. No solo se trata del beneficio económico sino también de la comodidad y el confort de los que puede disfrutar el propietario de la vivienda.

El caso que analizamos adelante es la rehabilitación energética de una vivienda unifamiliar ubicada en Toledo realizada por Akiter Renovables.

Se trata de una vivienda de 135 m/2, 16 años de antigüedad, con calidades constructivas medias y una demanda estimada de 11 kW/h. El generador antiguo era una caldera mixta de gasóleo de 23 kW con producción instantánea de ACS, que cubría las necesitadas de calefacción y agua caliente sanitaria. El cliente se planteó su sustitución por un lado motivado por las interrupciones del servicio que a menudo generaba la caldera, por otro por la irregularidad e insuficiencia en el servicio de ACS y por último por el alto coste de utilización, que en el último año había supuesto 2.240,-€ de combustible y 127,-€ de mantenimiento y reparaciones.

El buen rendimiento, la facilidad de instalación y la posibilidad de combinar con otros sistemas y emisores fueron las razones de elegir aerotermia para la climatización de la vivienda.

En el año 2010 se realizó la sustitución de la caldera de gasóleo por un sistema aerotérmico Daikin Altherma partido de 14 kW, con hidrokit interior e acumulador de 300l de ACS. El sistema instalado permite cubrir las necesidades de calefacción y producción de agua caliente sanitaria en condiciones ideales de confort. Inicialmente estaba previsto el sobredimensionado del sistema emisor que consiste en 102 elementos de aluminio de 80×600 debido a que la temperatura de impulsión iba a estar limitada por razones de eficiencia a 38º.  Ello no fue necesario por un lado por el generoso dimensionado con que se había calculado en su día la instalación y por otro porque la utilización se planteo desde un principio con un criterio de aprovechamiento de la inercia del propio edificio, de tal manera que la consigna de confort está establecida de forma permanente en 20º y en ella se mantiene el sistema las 24 horas del día todos los días de la temporada de calefacción.

Instalando un contador de energía, se ha conseguido un consumo medio anual de estos 5 años sobre 6.600 kW que a coste actual supone 1.057,-€ aproximadamente (ahorro anual 1.310,-€), lo que teniendo en cuenta un coste de instalación del sistema de 8.320,-€, un precio de la electricidad de 0,185€/kW con un COP 3,5 de la aerotermia, nos da un plazo de retorno de la inversión de 6,35 años aproximadamente. La ausencia del suelo radiante y existencia previa de aparatos del aire acondicionado de expansión directa, no ha hecho interesante la instalación de fan-coils para aprovechar la capacidad de climatización del sistema.

Puede concluirse que la decisión de instalar aerotermia ha sido un éxito indiscutible:

primero por el confort en la producción de agua caliente sanitaria que ahora se da de una forma prácticamente ilimitada y a temperatura estable,

segundo por la ausencia de costes de mantenimiento,

tercero por las ausencias de interrupción de servicio por las recurrentes averías que antes se daban,

cuarto por la eliminación del gasto del factor fijo de contratación como ocurriría con el gas natural y

quinto por el importante ahorro mensual que una vez que se haya conseguido la amortización total (y ya falta muy poco) supondrá un desahogo en la economía doméstica del usuario.