Son dispositivos que aprovechan la energía del sol para generar calor o electricidad. Se usan para dos fines:
El funcionamiento de los paneles solares se basa principalmente en la célula solar fotovoltaica que transforma la energía solar directamente en eléctrica utilizando energía fotoeléctrica.
Una placa o modulo solar se compone de una serie de células fotovoltaicas, estas son capas de silicio con fósforo y boro, que gracias a la radiación solar generan una carga eléctrica, normalmente se pone en serie con más módulos para que el voltaje se ajuste a un sistema de corriente continua utilizable.
Como decimos los paneles solares pueden ser utilizados para generar electricidad, paneles fotovoltaicos, o bien para generar calor, colectores térmicos.
Por lo tanto son dos tipos de paneles solares:
Se utilizan para calentar agua que circula en su interior y que se emplea como agua caliente sanitaria o calefacción.
El panel térmico contiene un sensible líquido en su interior que reacciona a la radiación térmica calentándose a gran velocidad, y esta temperatura repercute sobre el agua del interior aumentando su temperatura.
Se utilizan para generar electricidad. Este tipo de placa solar genera una corriente/tensión eléctrica a partir de energía solar.
Se conoce también como módulos solares fotovoltaicos, consisten en una serie de celdas fotovoltaicas conectadas entre sí, encapsuladas y enmarcadas para poder usarlas en una instalación fotovoltaica.
La célula fotovoltaica, mediante el efecto fotovoltaico transforman la energía lumínica en energía eléctrica.
Realiza el trabajo de los dos tipos anteriores de manera simultanea. Por lo que aprovecha la misma superficie para generar calor y electricidad, aunque todavía necesita tiempo de investigación para un mejor desarrollo de este tipo de placa solar.
Los módulos más recomendables y rentables son aquellos que tienen 25 años de garantía de producto y 25 años de garantía de producción.
Actualmente hay más tecnologías pero las citadas a continuación son aquellas que más se usan, en torno al 90% de instalaciones. Son 3 tipos:
Están compuestas por células monocristalinas como su nombre indica. Este tipo de célula la podemos diferenciar por su color negro y las esquinas recortadas.
Son módulos fotovoltaicos con una gran eficiencia y rendimiento.
En este caso están compuestos evidentemente por células policristalinas que se diferencian de las monocristalinas principalmente por su color azulado y no están recortadas por las esquinas.
Este tipo se ha formado por pequeños cristales de silicio solidificados lentamente en un crisol. Es menos costoso que el anterior pero reduce considerablemente la eficiencia de las células y su rendimiento.
Las placas solares fotovoltaicas tienen un número de células solares conectadas en serie y en función de ese número se pueden agrupar en:
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